La importancia de hacerse una prueba de esfuerzo.
Una prueba de esfuerzo, nos va a permitir conocer la relación existente entre el aparato respiratorio, cardiovascular y sanguíneo. Con ella se pueden medir de forma directa todos los parámetros que se evalúan.
En estos días los socios del club ciclista de Bañeres, nos la estamos haciendo en la clínica NUTRILIA, con su directora al frente; Eva Ramos, la cual nos dio un trato excelente. El equipo medico nos realizó estudios antropométricos y pruebas de esfuerzo, personal especializado en medicina deportiva, estos podrán colaborar conjuntamente con personal especializado, en la planificación de nuestros entrenamientos, adecuados a cada deporte, que realicemos durante la temporada.
La prueba se podrá llevar a cabo en cicloergómetros, dónde se simula la práctica ciclista, en cinta o tapiz rodante donde se simula la carrera a pie y aparatos de resonancia magnética los cuales harán un análisis de impedancia bioeléctrica, un método rápido, no invasivo y relativamente barato de evaluación de la composición corporal.
Existen distintos protocolos, por lo que los resultados podrán darnos una orientación distinta en función del tipo de prueba que hayamos escogido. Dentro del deportista popular, encontraríamos aquella enfocada a saber cuál es nuestra frecuencia cardiaca máxima y otra más específica, para aquellos que tienen fines competitivos, en la que tendrá lugar la muestra de lactatos y potencia para delimitar los distintos umbrales de entrenamiento.
En ambos casos, antes de la prueba de esfuerzo en sí, se suele hacer una exploración clínica en general, un balance de nuestro esqueleto para detectar posibles desviaciones de columna vertebral, altura de caderas o disimetrías (distintas medidas de nuestras extremidades inferiores. Algo muy importante porque en muchos casos es fácilmente corregible y de lo contrario puede dar lugar a lesiones de tipo muscular, como sobrecargas o contracturas.
Pero lo que a nosotros nos interesa, es nuestra salud y aumento de rendimiento para mejorar en nuestros tiempos. Y porqué no, para disfrutar de nuestros deportes favoritos.
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